La Economía Colombiana. Más Allá de un Solo Indicador
En los últimos días, ha circulado la noticia de que la inflación en Colombia fue del 0% en agosto, una cifra que algunos copartidarios del gobierno han utilizado para celebrar la gestión económica del presidente Gustavo Petro. Sin embargo, analizar la economía de un país utilizando un solo indicador es simplificar de manera peligrosa una realidad mucho más compleja.
Para entender realmente lo que está sucediendo en Colombia, es necesario considerar una serie de variables económicas:
- Inflación: Efectivamente, la inflación en agosto fue del 0%. Sin embargo, esta cifra por sí sola no refleja la salud general de la economía.
- Tasa de desempleo: Actualmente se encuentra en un 9.9%, una cifra que aún indica problemas significativos en el mercado laboral colombiano.
- Crecimiento del PIB: El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2.1% en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, este crecimiento se considera pobre, especialmente en comparación con el contexto de recuperación económica post-pandemia.
- Inversión extranjera: Según los últimos datos, la inversión extranjera ha disminuido en un 46.5%, lo que representa una señal preocupante para el desarrollo económico futuro del país.
- Producción y comercio: La encuesta mensual del comercio muestra una caída del -5.5% en los últimos 12 meses, mientras que el índice de producción industrial ha caído un -2.6% en el mismo período.
Una Contracción Económica en Proceso
Estos indicadores reflejan una realidad preocupante: la economía colombiana está experimentando una contracción, una desaceleración que no puede ser ignorada. A pesar de que algunos influenciadores, congresistas del Pacto Histórico e incluso miembros del gobierno intentan celebrar la inflación del 0% como un logro significativo, este enfoque ignora otros aspectos fundamentales que muestran que la economía no está en su mejor momento.
Reconocer la Realidad: Un Acto de Profesionalismo Ético
El problema radica en la falta de un análisis equilibrado. Celebrar un solo indicador económico mientras se ignoran otros factores cruciales demuestra no solo un sesgo en la interpretación de los datos, sino también un deseo de «tapar el sol con un dedo». Es hora de que el gobierno reconozca la realidad y acepte que hay desafíos significativos que deben abordarse.
El manejo de la economía no ha sido fácil, y quizás es momento de que el Ministro de Hacienda, el Ministro de Comercio, y el propio Presidente de la República admitan las dificultades que enfrentan. En una demostración de profesionalismo ético, podrían considerar la posibilidad de hacer cambios drásticos en su equipo o incluso dimitir si sienten que no están cumpliendo con sus responsabilidades de manera efectiva.
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La economía colombiana necesita un enfoque serio y multifacético. No se trata de celebrar cifras aisladas, sino de entender la totalidad de la situación y tomar medidas concretas para revertir esta tendencia de desaceleración. Es fundamental que se reconozca la complejidad del desafío económico y se aborden los problemas con honestidad y profesionalismo.