Seleccionar página

La Justicia en Colombia, una Bomba de Tiempo Silenciosa

En Colombia, se está gestando una bomba de tiempo, una que ha sido alimentada por gobiernos anteriores y que continúa latente en el actual. Se trata de la falta de justicia, una carencia que afecta a millones de ciudadanos a diario, y que, si llega a explotar, podría generar un desastre social de grandes proporciones.

En 2016, el Consejo Superior de la Judicatura realizó un estudio sobre la crisis que enfrenta el sistema judicial en Colombia, revelando datos alarmantes. Por ejemplo, un juicio en Colombia puede tardar más de 1,130 días en la región pacífica, 1,239 días en la región caribe y, en la región andina, alrededor de 741 días. Estos largos tiempos de espera son indicativos de un colapso inminente.

El Dolor de Esperar Justicia

No es raro escuchar historias de personas que fallecen esperando la resolución de sus casos legales, o de mujeres que, tras años de denunciar violencia de género, no reciben medidas de protección a tiempo y caen víctimas de feminicidios. Niños maltratados, cuyos casos son ignorados por fiscales o jueces, sufren en silencio, mientras esperan que alguien actúe.

Incluso casos más cotidianos, como la espera interminable para que se libere un bien embargado, generan una sensación de impotencia y frustración. Los ciudadanos pagan por la justicia, pero muchas veces sienten que el sistema no les responde, y peor aún, que están siendo víctimas de complicidades silenciosas que solo generan más dolor.

La Mafia Silenciosa de la Injusticia

En Colombia, se habla a diario de narcotráfico, guerrillas, paramilitares y corrupción, pero la falta de justicia se comporta como una mafia silenciosa. Es un problema que corroe a la sociedad desde adentro y destruye a los ciudadanos sin que se mencione lo suficiente. Sin embargo, lo más triste es que esta crisis es provocada por el mismo Estado, que parece incapaz de ofrecer soluciones efectivas.

Actualmente, se discute una reforma judicial que, si bien promete agilizar trámites —algo que es muy necesario—, también plantea preocupaciones. Se habla de no promover una justicia vengativa y de priorizar la verdad. Si bien la verdad es fundamental, ¿de qué le sirve la verdad a una víctima si su victimario queda libre por el simple hecho de confesar? No imponer sentencias condenatorias a los criminales no es justicia; es impunidad.

La Llamada del Pueblo Colombiano

El pueblo colombiano lleva décadas clamando por una justicia rápida, eficiente y justa. La ciudadanía no solo demanda, sino que ruega que sus casos sean tomados en cuenta, que sus voces sean escuchadas y que sus procesos no se prolonguen eternamente. El verdadero avance de una sociedad no se mide solo en crecimiento económico o reducción de la violencia, sino en el respeto que se tiene por la justicia.

El Futuro de Colombia y su Justicia

El día que en Colombia un gobierno logre reformar verdaderamente la justicia, y el Estado se ponga al servicio del ciudadano honesto y transparente, ese día podremos decir que estamos avanzando como sociedad. No se trata de venganza, sino de justicia. Y la justicia es lo que el pueblo colombiano merece, después de años de sufrir en silencio y de esperar que el sistema legal actúe con celeridad y equidad.