Seleccionar página

La Verdad y la Responsabilidad en la Vida Profesional

Hoy quiero compartir una experiencia personal que me hizo reflexionar sobre la importancia de la verdad y la responsabilidad en nuestra vida profesional. Todo comenzó cuando, después de casi 20 años de enseñanza, por primera vez olvidé que tenía que dictar una clase en un programa de maestría. Aunque tenía todos los recordatorios activados y sabía que la clase era ese sábado, algo simplemente no funcionó, y se me pasó completamente.

Recibí una llamada de la directora del programa recordándome la clase, y en ese momento pensé que era virtual, como había sido común en los últimos años. Sin embargo, para mi sorpresa, era una clase presencial, y yo estaba lejos del lugar. Me sentí abrumado, pero en cuestión de minutos me preparé y me dirigí lo más rápido que pude hacia la universidad, llegando con un retraso significativo.

Al llegar, me enfrenté a un grupo de estudiantes que claramente no estaban contentos por la espera. Tenía dos opciones: inventar una excusa o decir la verdad. Opté por lo segundo, les pedí disculpas y les expliqué honestamente lo que había ocurrido.

Mientras les hablaba, les recordé la película En busca de la felicidad y el discurso de Franklin Roosevelt, donde la sinceridad y la transparencia eran clave. No era un intento de ser gracioso, sino una manera de demostrar que la verdad, aunque a veces incómoda, siempre es liberadora. Les dije que no había excusas, que simplemente se me había pasado, y les agradecí por su paciencia.

Después de esa conversación honesta, noté que la atmósfera cambió. A pesar del retraso, la clase resultó ser productiva, y al final, los estudiantes apreciaron la sinceridad. Por supuesto, me comprometí a compensar el tiempo perdido con otra clase, porque creo firmemente en la responsabilidad que tengo como educador.

La lección de este día fue clara: en cualquier situación, la verdad y la responsabilidad son fundamentales. Mentir, incluso con buenas intenciones, solo añade un peso innecesario a nuestras vidas. Enfrentar la realidad y ser honesto, aunque no siempre sea fácil, nos libera y nos permite avanzar con integridad.

Así que mi consejo para ustedes es simple: no teman decir la verdad, asumir sus responsabilidades y aprender de cada experiencia. Al final, siempre será lo mejor.

Fernando Basto C.- #FernandoReflexiones